dimecres, 18 de juliol del 2012

Tomando las medidas oportunas

Tras mucho tiempo de acumular decisiones contradictorias sobre las medidas de la bicicleta del tipo que si subo tres milímetros el sillín, que si algargo la potencia un centímetro y de acumular extraños dolores y molestias sin fácil explicación por fin decido hacerme un estudio biomecánico. El detonante fue un principio de tendinitis tras acabar la Marcha de Puertos de la Ribagorza que me hizo visualizar meses de parón forzado, escenas de terror para un adicto a la bicicleta.

La decisión estaba tomada, ahora faltaba decidir quien me podia hacer un buen estudio biomecánico. Tras indagar por foros habituales finalmente me decido por Carlos Portilla de http://www.entrenopersonal.com. Las referencias son muy buenas y el precio me parece adecuado (y ahora que han pasado unos cuantos kilómetros aún me parece mejor). Tras llamarle por teléfono quedamos a dos semanas vista para un martes. Me comenta que el estudio durará unas dos horas (que finalmente serán casi tres), que tengo que llevar la ropa de ciclista y que sobre todo no me deje la bici. Tras colgar pienso si habrá sido un buena idea hacer cambios apenas cinco días antes de la marcha más dura de la temporada y estoy tentado de volver a llamarlo para retrasarlo una semana.

Finalmente el día llega y Carlos ya me está esperando. He decidido pasar del coche y he ido en tren con la intención de volver a casa en bicicleta y probar así los cambios de forma inmediata por si se tuviera que hacer alguna modificación de urgencia antes del fin de semana.





Mientras yo me cambio de ropa Carlos instala la bicicleta sobre un rodillo y empieza, de forma meticulosa, a tomar las medidas actuales: altura de sillín, distancia sillín - manillar, etc. Las instalaciones son muy agradables y espero sentado ojeando una revista a que el acabe su trabajo.  Seguidamente me pide que me suba a la bici y tras marcar un punto en cada una de las rodillas con un rotulador empiezo a pedalear. Así me tiene un buen rato, observandome con detenimiento desde diferentes posiciones. Me pide que pare y entonces empieza a tomar medidas de los ángulos de mis extremidades en posición ciclista. Cuando acaba bajo de la bici y sigue con mis medidas antropométricas: altura, entrepierna, brazo, antebrazo, pies, etc.

Tras un rato analizando todos los datos obtenidos la batería de cambios se pone sobre la mesa:

  • Hay que bajar el sillín seis milímetros, lo llevo demasiado alto y probablemente es la causa de mis molestias en los tendones de la parte posterior de las rodillas. Antes del cambio el ángulo que marcaba la rodilla era de 152,2 grados, tras bajar el sillín queda en 148,5 grados, justo en la média de lo que marcan los estándares (entre 145 y 150 grados). También lo retrasa cuatro milímetros para hacer coincidir la rodilla sobre el eje del pedal (KOPS).



Knee Over Pedal Spindle


  • La potencia que llevo es demasiado larga lo que hace que vaya demasiado estirado sobre la bici y que el ángulo que forman mis brazos con el tronco sea demasiado alto. Probamos una potencia un centímetro más corta y me comprometo a cambiarla cuanto antes.
  • Las manetas están demasiado bajas sobre el manillar, Carlos modifica su posición y consigue que me sea más cómodo ir cogido sobre las mismas.
  • Detecta una desviación del ángulo de ambos pies (pie varo) de 15 y 18 grados. Esta desviación hace que, al pedalear, las rodillas tiendan a ir forzadas hacia la parte interior con el consiguiente aumento de los problemas musculares. Para corregirlo inserta unas cuñas de un milímetro entre la suela de las zapatillas y las calas. Después de probarlo se nota mucho que ahora la fuerza que ejerzo sobre el pedal es totalmente vertical. Además corrige la posición de las calas adelantándolas unos tres milímetros para colocarlas exactamente sobre los metatarsianos.



Detalle de la cuña


Carlos tarda un buen rato en implementar con toda minuciosidad todos estos cambios y de nuevo me pide que pedalee sobre el rodillo para comprobar de nuevo todos los ángulos y medidas. Me pregunta por mis sensaciones que no son malas aunque me noto extraño, son muchos cambios y todos de golpe.





Finalmente tras dos horas y media da el trabajo por acabado y me dice que en unos dias me enviará el informe con el detalle de todos los cambios y medidas. Durante toda la sesión ha ido respondiendo mis dudas y explicando el objetivo de todos los cambios, insistiendo en que, si a lo largo de la adaptación, me surge cualquier pregunta no dude en consultarle. De hecho a los pocos días recibo un correo con el documento prometido y interesándose por mis sensaciones. A lo largo de los siguientes días cruzamos algunos correos en los que responde a todas las preguntas que le planteo.

La conclusión mil kilómetros después es que es un dinero muy bien invertido. Las molestias han desaparecido casi por completo, voy mucho más cómodo sobre la bicicleta y  pienso que ojalá lo hubiera hecho antes. El trabajo de Carlos me ha parecido muy profesional y meticuloso, lo recomiendo sin ninguna reserva.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada